martes, 22 de diciembre de 2015

Te proponemos a Julia Navarro para Navidad!

Este mes queremos recomendaros un libro de esos que recuerdas mucho tiempo después de haberlo leído. Un libro de esos que en cuanto empiezas a leerlo sabes que vas a recomendar con cariño a familiares y amigos. Apunta: “Dispara, yo ya estoy muerto”, de Julia Navarro.


Es un libro valiente y que trata una realidad en toda su crudeza, ya que está ambientada en Oriente Medio, donde se desarrolla uno de los conflictos más enquistados y duraderos del mundo contemporáneo. La novela hace una aproximación histórica al conflicto árabe-israelí desde la pluma de una periodista y escritora de la talla de Julia Navarro. Navarro ejerció durante 35 años el periodismo, sin embargo, en el año 2004 redirigió su trayectoria hacia el mundo literario, al que se dedica en exclusiva desde entonces. La autora conoció el éxito con la novela “La hermandad de la Sábana Santa” y desde entonces ese mismo éxito ha acompañado a las novelas que le sucederían: la Biblia de barro, la sangre de los inocentes, Dime quién soy…


La disciplina es una de las señas de identidad de la autora que según ella misma ha afirmado en más de una entrevista, no es de ese tipo de escritores bohemios que solo se sienta a escribir cuando le llega la inspiración, ella se obliga a escribir entre 6 y 8 horas diarias, tanto días laborables como festivos. Conociendo su obra, que requiere un gran trabajo de documentación, la verdad es que se nos hace imposible creer que una novela así pueda ver la luz trabajando sobre ella solo en momentos de verdadera inspiración.


Durante las 1000 páginas de “Dispara, yo ya estoy muerto” nos tele-transportamos a la época que va desde los años 1880 hasta 1948. A pesar de ser una novela de ficción intercala hechos reales y personajes históricos, de los que se pueden conocer más datos en el valioso índice onomástico que completa la obra.


La trama gira en torno a dos familias, los Zucker y los Ziad. Los Zucker llegan a la Tierra Prometida huyendo de la persecución de judíos que se ha iniciado en Rusia. A su llegada, la familia Zucker adquiere las tierras en las que trabajan los Ziad, una familia de campesinos árabe. Juntos trabajarán y juntos convivirán, por lo que se irá tejiendo entre ellos un fuerte vínculo que se mantendrá de generación en generación. Sin embargo, las tensiones políticas de la época irán añadiendo sufrimiento y dolor a ambas familias y la condición de judíos de los Zucker y de árabes de los Ziad irá complicando la convivencia entre ambas familias.


En la biblioteca no nos cansamos de recomendar esta novela de peso considerable, tanto física como intelectualmente. Si vas a tener unos días libres estas navidades, ésta novela se puede convertir en tu compañera perfecta!

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